27 de abril de 2011

Temblando.

Lo de esta noche es lo máximo, bueno, casi lo máximo, ya que una Final estaría mucho mejor, pero que los dos mejores equipos del mundo, Barcelona y Real Madrid, se enfrenten en una Semifinal de Champions, que es la mejor competición de clubes que hay y además de la rivalidad histórica que existe entre ambos, sea la revancha culé por la Copa del Rey ganada por el conjunto blanco el pasado miércoles... Osea, lo más. 

Lo mismo han debido de pensar los técnicos, ya que los nervios afloran y la rivalidad recrudece no solo lo que ocurre en el verde, sino también en las ruedas de prensa, delante de los micros, en las radio y en cada plaza de todo el país.


Ambos, han llevado el terreno dialéctico a la máxima expresión, mostrándose a si mismos como protagonistas, por delante del balón. No lo veo mal, de hecho, escuchando y viendo íntegramente las dos ruedas de prensa, no creo que ninguno de los dos haya estado desacertado. Otra cosa bien distinta es la necesidad de tener que pasar por eso, pero bueno, eso a nosotros ni nos va ni nos viene, es cosa de ellos, pero eso si, calentar el partido no tiene importancia de vallas publicitarias para adentro. Hay que ser mucho más inteligente. 

Lo extraño de todo esto, no es que José Mourinho, que siempre ha sido el mismo, haya interpretado un papel cínico en esta última rueda de prensa... Lo hace siempre, es su papel, juega a eso, resta importancia al 11 que sacará, cosa que no se habla y sería noticia... Osea, hace su trabajo, bueno o malo, mejor o peor, gustos/colores, pero hace lo que siempre hizo. Pero el culé no, Pep ha estallado, mejor o peor, bien o mal, gustos/colores, pero ha alterado su conducta habitual, convirtiendo su imagen y su pregón en todo lo que sus aficionados han lamentado y criticado del técnico rival durante todo el año.

Y es que debe ser difícil remar en el lado opuesto de José, es muy experto en esto y más cuando es tu rival directo, no solo este año, sino todos los año que el Barcelona de Guardiola ha intentado reinar. Su Chelsea, su Inter y su Madrid han sido los únicos que realmente han puesto en problemas el tinglado montado por el Pep. Eso es trabajo, evidentemente, las plantillas no son las mismas, los clubes no son los mismos, pero la entrega y concentración si.

Puede que Mourinho haya conseguido poner a Guardiola donde quería, puede que Pep hubiése ensayado ya esta obra, pero es extraño, no perdió los papeles en momentos de mayor tensión con Lucescu, por ejemplo...  Lo que no ha conseguido Mourinho es ganar el partido, ni Guardiola ha conseguido quitarle la Copa al Madrid... 

Lo que nos interesa a nosotros, los de verdad, los que nos quedamos con cara de tontos cuando perdemos y los que de verdad lloramos de felicidad cuando ganamos, a nosotros, nos tiemblan las manos, por esa música, por esas horas de ritual, por esos días que pasan lentos, por la Champions.

Somos los mejores, todos, gane quien gane, el aficionado que vive estos momentos previos de corazón, con pasión, es el mejor. 

Yo disfruto más del el fútbol que Pep y José, ¿Y tú?

Que suene la música. 

                                                                                                                    Jesús Verdugo. 
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