9 de septiembre de 2011

La cuenta atrás del 26.

Hoy hemos sabido que Miki Roqué, joven central del Real Betis Balompié, está avanzando en los pasos cortos pero seguros hacia su recuperación. Su regreso sería una bendición no sólo para su equipo, sino para todos los aficionados de´fútbol y gente sana en general.

Pero el significado de la vuelta de Roqué iría mucho más allá y sería mucho más importante de lo que puede parecer.


Tras los anuncios que hicieron Eric Abidal y Miki Roqué, el fútbol español sufrió un golpe importante y todo aficionado con dos dedos de frente se sintió alcanzado en mayor y mayor medida por lo duro de la noticia. Las muestras de apoyo fueron enormes y a día de hoy, ambos dos, sienten el aliento de los suyos que a cada paso que dan, ven una nueva oportunidad de triunfar en la vida.

Y es que la enfermedad es dura, solitaria y lo peor de todo silenciosa. A todos nos humilla, nos arruga y nos hace más pequeños... Algunos que están arriba desaparecen de la noticia y pasan a un segundo plano del cual es difícil salir.

Eso es lo que le ha pasado a Miki.

Siendo central titular del Betis la temporada pasada, con suerte de cara a gol y viviendo intensamente el éxito verdiblanco... Nunca hubiese imaginado la que se le venía encima. Tras muchos años corriendo detrás de la suerte no sin trabajo y esfuerzo, el central catalán había encontrado la oportunidad de su vida, un hueco de titular en un equipo histórico del fútbol español. Para más mérito, lo había conseguido en el mejor equipo de la categoría y llegando desde la cantera, con la dificultad que eso requiere. 

Pero la mala suerte tiene mil caras y una vez más Miki la encontró. Pero no vencerá.

Pese a los meses que lleva a la sombra, al no disponer de las comodidades que otros si pudieron disfrutar, el joven defensa empieza a ver la luz al final del túnel. Todos le estamos esperando con los brazos abiertos, para disfrutar de su talento y de su pasión por el balón.

Su recuperación se ha alargado más que la de Eric Abidal, que saborea todas las mieles del éxito tras superar la enfermedad, pero es que Miki no ha tenido esa facilidad económica que da ser Campeón de la Champions y jugador del FC Barcelona... Pero volverá, tarde o temprano volverá.

Ojalá que durante este año podamos presenciar un Betis - Barcelona como los del años pasado, con goles y pasión y con Eric y Miki, demostrando que la vida, siempre da una segunda oportunidad.

El 26 está llegando. Te esperamos.


Jesús Verdugo
@_Gambeta     Twitter.com

8 de septiembre de 2011

Paren esto, yo me bajo.


El fútbol español se está apagando.

La LFP y la AFE no llegaron hace un mes a un acuerdo que llevó la Liga a la huelga en su primera jornada... Que finalmente se jugará a finales de Enero. Los jugadores se unieron a su presidente, el ex-jugador del Xerez, Levante entre otros, Luis Manuel Rubiales, que de la mano de los más famosos jugadores profesionales de nuestra liga, tanto de 1ª como de 2ª, consiguieron unir a todos los jugadores exigiendo que sus derechos se cumplan... Era necesario pero muy escandaloso y perjudicial para el deporte español en general. 

No hace falta ni explicar que estoy de acuerdo con la huelga y que la apoyaba y la apoyaré siempre y cuando sus pretensiones sean las que fueron y los profesionales la crean necesaria, que menos. Pero todo esto es evitable y se podría solucionar de otra manera y con mayor antelación, sin necesidad de llevar estos casos a situaciones tan extremas.

Para colmo, luego ha venido un parón de selecciones, innecesario bajo mi punto de vista y es que, como todo en este deporte, eso también está mal organizado. Bajo mi humilde punto de vista la clasificación a competiciones internacionales podría desempeñarse al final de cada temporada, dándole a esos partidos la importancia que les corresponde, dejando a las ligas días hábiles para cubrir los problemas de calendario que siempre aparecen durante el curso y por último, para ahorrar consumo tanto energético como económico, tan necesarios ambos.

Tras estos dos problemas, la Liga con apenas una jornada vuelve, pero antes hay una jornada de Copa del Rey entre equipos de 2ª e inferiores.

No le veo inconveniente a la Copa, faltaría más, es una competición preciosa a la que se le debe dar la importancia que le corresponde por nivel, historia y promoción. Este torneo aporta muchos beneficios a los clubes o mejor dicho podría aportar... Y es que la Copa se ha convertido en un mal necesario y a veces incluso innecesario por el que ciertos clubes deben pasar durante el año. Un todos contra todos, a partido único, para proteger al torneo y al fútbol, que es a quién se debe proteger... No a los grandes. 


Pero esta semana, la 2ª ronda de Copa se ve también desde la clandestinidad. Y es que ayer, mientras jugaba la selección, cuatro equipos se jugaban el pase a la siguiente ronda de Copa, a espaldas de la federación nacional y de los ojos del aficionado medio. Para colmo, con los problemas entre la LFP y las radios, resulta imposible seguir partido alguno de esta competición, haciéndola tan accesible como cualquier torneo de barrio... Esto es de vergüenza.

Se necesita una revolución en la España del balón... Esto se nos va de las manos.

Ahora los clubes españoles se pelean por ver quien cobra más o menos por los derechos televisivos, tíos que deben a la SS, a Hacienda y a todo dios miles de millones... Y siguen queriendo más... En nuestra cara. Mientras que nosotros, los que debemos pagar para poder ver lo que nos llena de alegría o pena, a los que sufrimos, nosotros, el verdadero fútbol, pasamos a un segundo plano y quedamos lejos del gol y de la acción.

Yo no se quien tiene razón, lo único que se están cargando un deporte, que para muchos directivos es economía, pero que para muchos de nosotros es la alegría y la libertad de sentirse feliz por un par de horas...

Espero que el viernes, de verdad, comience la temporada en España.

NO AL FÚTBOL SIN RADIO


Jesús Verdugo
@_Gambeta     Twitter.com

5 de septiembre de 2011

Desde el alma.

Ese día se despertó nervioso, el sobresalto lo atrapó nada más abrir los ojos y es que como él ya sabía, aún dormido, el día que se venía no era un día cualquiera, era el día con el que había soñado toda su vida.

Nadie sabe, ni él sabía, las veces que había soñado con que el día que estaba viviendo se hiciese realidad y mucho menos tan cerca, mejor dicho, tan y tan cerca... Pero había llegado y él, costase lo que costase, iba a estar presente cuando todo se produjese. Se levantó, miró la ventana y se puso a elegir lo ropa que iba a ponerse... No lo tuvo difícil. No tenía más que lo de ayer y ante ayer, pero aquel día merecía al menos el trato distinto, que tapase la cruda realidad que teñía de negro las sonrisas de un país que necesitaba que el sol de su bandera brillara de verdad. Se había propuesto ser feliz, ese día si, ese día era suyo.

El día pasó bajo una capa de uñas mordidas y gotas de sudor, que parecían decirle que se andase ligero, que iba a llegar tarde, que sus ahorros habían desaparecido por algún motivo, que porque la vida era así, que porque... Porque siempre había tenido tanta mala suerte... Quería disfrutarlo y la hora de salir de casa, con el estómago vacío había llegado.

Salió de su humilde barrio de Barracas camino de la cancha de River, en su inmensidad había invertido media vida en monedas y la otra media en ilusión. su vida era hoy. Soñaba con el 11 de su combinado, no creía en la mala suerte, el la conocía mejor que nadie y no la veía por ningún sitio. Con los problemas habituales que tenía para moverse con naturalidad, ando entre la marabunta albiceleste hasta entrar en la cancha. Olía a gloria, a vida... A fútbol.

Aquel 25 de Junio de 1978 acababa de parir la Final de la Copa del Mundo. Argentina y Países Bajos peleaban por alzar el mayor éxito que su países nunca imaginaron. El hambre de pan, se convirtió en hambre de gol y las desapariciones de los pobres argentinos a manos de los militares, se convirtieron en apariciones por el área de un matador al que todos llamaban Mario, Mario Alberto, mejor dicho.

Desde el paraavalanchas alentó a su país, en el día más importante de su vida y con el alma rota, como su garganta, no solo por su vida, sino por la de un país que se moría a manos de una dictadura que sembraba de negro todo lo que pasaba bajo ella. Pero el seguía alentando aún cuando el partido acabó en sus 90 minutos con un empate a 1. 

Ellos eran mejores, pensaba, pero nosotros tenemos algo que ellos no tienen, un país que se muere de ganas y hambre y contra el pueblo y el corazón no existen enemigos.

Víctor Nicolás, que así se llamaba, estaba en primera fila cuando Daniel Bertoni, en el minuto 116' de partido hizo el definitivo 3-1 que le daba a Argentina su primera Copa del Mundo. La explosión fue inenarrable. Cuando el colegiado italiano Sergio Gonella pitó el final... Su vida pasó ante sus ojos y jugándose la vida, saltó... Él iba a celebrarlo... Sabía que en los tiempos que corrían los militares acabarían con él de darla caza... Pero era su día, se vida se llamaba ahora y saltó.

Corrió como nunca lo había hecho antes para unirse a sus héroes, sus hermanos, los campeones, los argentinos...


Llegó a la altura del "Pato" Fillol y el "Conejo" Tarantini que se fundían en un abrazo que los hacía uno y él, se detuvo a escasos dos pasos... No tenía brazos. No los pudo abrazar... Un accidente de pequeño en San Francisco lo había dejado sin brazos para siempre... Pero el alma, su alma, explotó y brotó de su pecho y del de toda la Argentina, para elevar esos brazos vacíos de su jersey, hasta acercarse a sus ídolos, dejando para la historia una imagen inolvidable... 

Había ocurrido, su vida tenía sentido, todo lo que había sufrido... Tuvo una recompensa. Era su día, era el día de Argentina.

ESTA HISTORIA SE LA QUIERO DEDICAR A MI GRAN AMIGO JOSÉ ANTONIO, PARA QUE CON EL ALMA, SIENTA ESTE ABRAZO ETERNO. TE QUIERO.


Jesús Verdugo
@_Gambeta     Twitter.com