26 de marzo de 2012

Viejos fantasmas.

Tengo malas sensaciones después de la jornada de ayer. Y es que el Betis, perdón, mi Betis ha perdido una vez más la oportunidad de meterle puntos a un rival por la salvación. El conjunto de Pepe Mel ha entrado en barrena  y no es capaz de cerrar los partidos, pese a merecerlos por ocasiones y juego.

 

Con estos problemas nos acercamos al sprint final de la temporada. El equipo verdiblanco, que empezó la temporada enchufadísimo y como un avión, se ha convertido con el paso de los meses en una sombra burlona de aquél equipo que jugaba como ninguno y que prometía devolver las competiciones europeas más pronto que tarde a la parroquia bética. Todo ha cambiado.

Los resultados no es que no lleguen, es que se van, que es peor, por falta de forma, siendo esta la peor fecha para sufrir de ese mal. Los demás rivales saben que el equipo sevillano carece de fondo de armario y ya arman sus partidos con esa premisa, mantener el vendaval mientras dure para al final, con un par de cambios que aporten fuerza y velocidad, pescar en río revuelto... Esa estrategia está probada.

Repasando la campaña bética nos damos cuenta de que la concepción de la plantilla no ha sido todo lo mala que el presupuesto hacía esperar. Creo que con lo poquito que hay se ha hecho un equipo muy digno y capaz de salvarse sin tener que pasar apuros, porque la salvación, en lo que nos vemos ahora inmersos, es el objetivo de este club. Sin embargo, pese a la buena plantilla, el reparto de minutos ha sido de todo menos lógico.

Han jugado los 3 porteros, jugadores que han sido apartados han acabado siendo titulares y jugadores que han llegado a jugar 16 partidos seguidos ya no van ni a la banca, los líderes del grupo que subió han pasado a un segundo plano en su mayoría... Son muchos los motivos para pensar que se han hecho mal las cosas.

Es de lógica que un equipo que sube mantenga el núcleo fuerte. En el Betis ha sido así en su mayoría, pero no se les ha otorgado el mismo papel principal y a los que han venido tampoco les ha ido como ellos esperaban... Es un cúmulo de circunstancias que hacen que el proyecto se estanque y con ello, que los resultados no lleguen. 

Chechu Dorado, que ha dado un bajón, no tiene por enfermedad a su lado a Miki Roqué, olvidado por el club. Salva Sevilla ha bajado notablemente su forma de inicio de temporada y anda muy lejos de ser el de la campaña pasada. Beñat Etxebarría era el año pasado un canterano que se convirtió en fundamental, pero de una tacada, este año es el líder y me parece muy apresurado. Jorge Molina ha tardado mucho en entrar en los planes del míster, sabiendo éste que el alto delantero cuaja una magnifica dupla con Rubén Castro. Se ha decidido seguir apostando por Nacho Pérez como lateral zurdo, que no lo es, por delante de algunos jugadores que desempeñan esta función e incluso un jugador fichado que se fue con 20 minutos en sus piernas... No sé...

Será el miedo, será el recuerdo de otras veces, será que el Racing de Santander antes era talismán y ahora no... Pero veo fantasmas del pasado, de tener a un equipo casi salvado y acabar con la lágrima cayendo en la última fecha del campeonato.

Creo en el equipo y en el entrenador, los veo muy capaces de sacar al equipo de esta difícil situación... Pero que se anden con prisa que los de abajo no se están dejando nada.

Y ya no tenemos a Edu Schmidt.



La gambeta de Diego // Jesús Verdugo
@_Gambeta // @LeVerd8