21 de octubre de 2013

El gol de Copano

Había sido una mala tarde, las bajas, el ímpetu rival y un arbitraje muy flojo nos estaban costando los puntos... Pero el equipo sacó el alma de la grada que no dejó de alentar y lo llevó al pasto.

Cuando el partido maduró, el Xerez se hizo con las riendas a base de corazón y más tarde fútbol. Orihuela orquestaba con pie y cabeza a un ataque más bueno que físico, con jugadores como Guille y Carlitos a los que los minutos le darán la razón.

Llegó el empate gracias a un cabezazo del mito y luego llegaron las uñas, los nervios, los gritos ahogados al colegiado, los cambios que no acababan de cuajar y las ocasiones que se iban al limbo, pero cuando todo parecía morir, llegó Copano, el mejor en el verde, que de un zapatazo lejano tras un rechace de un saque de esquina, llevó al xerecismo al cielo, como mostró en su celebración.

El estadio reventó, explotó con un grito necesario que no pensábamos oír en años, con la angustia por el amor perdido, con la verdad en el aire. Madre mía, pura adrenalina, puro amor, puro fútbol.

No era una final, era un inicio, la primera remontada de nuestra historia, una historia que ya tiene su primer gol épico, su primer recuerdo borroso...

Espero que cuando lleve a mi hija al estadio en unos años, le diga que yo vi el gol de Copano, era 2ª Provincial, contra el San Fernando B y al inicio de campaña, pero notaba que nos jugábamos la vida, como el xerecismo ha sentido siempre.

Un gol más para muchos, el primer recuerdo de mi renovado corazón azulino.