15 de septiembre de 2011

El Niño que perdió la sonrisa.

Hace ya algún tiempo, un killer con cara de niño, recorría los campos de toda España sembrando el terror en las defensas que encontraba a su paso, liderando a una legión de fieles que en el exilio, querían volver al lugar de donde nunca debieron salir.

Ese niño era Fernando Torres, esos fieles los colchoneros y su lugar, la 1ª División.

Ahí comenzó a fraguarse la historia de un delantero goleador que con el paso del tiempo ha perdido sus cualidades, cual Sansón con su melena y lucha, día tras día, jornada tras jornada, para volver a conseguir el nivel que lo elevó al olimpo del fútbol español y europeo.



Y es que Fernando lo tenía todo. Brilló en su club, Atlético, donde se crió y al cual devolvió a la Primera División portando el brazalete de capitán a la temprana edad de 19 años... Se convirtió en medio escudo, ¡que digo medio!, se convirtió en el escudo del club pero cuando llegó la hora de marchar no pudo decir no, el acuerdo con el Liverpool inglés era beneficioso para ambas partes y tuvo que marchar.

En el equipo Red cuajó inmediatamente. La afición lo encumbró como su nuevo ídolo y de la mano de Rafa Benítez, empezó a convertirse en un goleador inagotable, capaz de hacer callar a Stamford Bridge o de eliminar a su eterno rival, Real Madrid, con una goleada que aún se recuerda por Anfield Road.

En la selección era fijo y con sus compañeros en la también Roja, ha conseguido los éxitos más importantes que puede conseguir un jugador europeo. Ser Campeón de la Eurocopa, siendo él, solo él, 9 a la espalda, pelo rubio, el autor del gol decisivo en una histórica final ante Alemania y dos años más tarde, aunque con menos protagonismo debido a las lesiones, Campeón del Mundo.

El fútbol estaba a sus pies, se había convertido en la cara del fútbol español lejos de nuestras fronteras... 

Pero todo cambió la temporada pasada. Tras convertirse en padre primerizo y superar a duras penas unas constantes recaídas en lesiones, parecía que Fernando, ya Campeón del Mundo volvería a lo más alto, pero no ha sido tan fácil.

La temporada con los Reds comenzó muy mal, el equipo no funcionaba y sus goles, que no eran abundantes, no servían para mucho y su salida parecía cada vez más cercana... Hasta que llegó. Su fichaje por el Chelsea fue todo un acontecimiento mundial, fue el más caro hasta la fecha en la Premier y su difusión mediática fue brutal.

Su ansiado debut fue, curiosamente contra el Liverpool, pero no anotó... Es más... En 2011 solo anotó dos goles.

¿Qué le pasa a Fernando?

La sequía del Niño llega hasta el día de hoy, en la selección ha perdido el hueco, al menos en la titularidad y en la convocatoria va desentonando ya cada vez más, ya que Álvaro Negredo o Roberto Soldado vienen pegando muy fuerte... Y en el Chelsea, con las llegadas de Romelu Lukaku y la vuelta de Daniel Sturridge no lo tiene fácil.

Pero esta semana lo hemos visto brillar. Dos asistencias en el debut del equipo de André Villas-Boas en Champions nos han servido para ver que el Niño no acabó y es que como señalaba Juan Mata en la celebración de su gol, ese, el 9, Fernando Torres, está de vuelta.

Esperemos que vuelva el 9 de España.

Se fue el Niño, esperamos al Hombre.


Jesús Verdugo
@_Gambeta     Twitter.com

14 de septiembre de 2011

La vuelta del mastín.

Ayer volvió la mejor competición de clubes del Mundo, la UEFA Champions League. Siempre nos reserva algo, está claro, ayer nos brindó un Barcelona - Milan, con goles maravillosos como el de David Villa o el de Alexandre Pato... Y es que la Champions no deja nada a la vulgaridad.

Los clubes más humildes como el BATE o el modesto equipo checo Plzen, escenifican sus papeles en un escenario reservado para los más galardonados actores, como Madrid, United o Bayern, entre otros, pero siempre, muy de vez en cuando, se cuela algún humilde con ganas de enamorar a los aficionados vacíos de club.

Este año ese papel, cuatro años más tarde, puede recaer en los mastines del norte de Francia.

El Lille vuelve a la máxima competición de clubes en Europa por la puerta grande. Tras el doblete (Ligue 1 y Coupe de France) conseguidos el curso pasado, los de Rudi García tienen ante si la nueva posibilidad de mostrar el fútbol que se practica más allá de París y por el cual se desviven muchos aficionados de Marsella o Burdeos.


Y es que el técnico de origen español, concretamente en Las Alpujarras almerienses, ha conseguido devolver al equipo de la metrópolis el fútbol y la garra que lo hicieron brillar años atrás de la mano de Claude Puel, consiguiendo aquel subcampeonato francés, con su correspondiente debut en Champions, aquel año fue maravilloso. Pero esta vez, será distinto ya que "les dogues" tienen una plantilla más amplia y con el empaque que da saber ganar títulos.

El objetivo, en el grupo de la muerte, es pasar a Octavos de Final, como en el año del debut y es que a pesar de ser una difícil empresa por el nivel de sus rivales, no debemos olvidarnos que hablamos del Campeón de Francia y que dicho título debe servir de orgullo pero también de responsabilidad, para con todo el honor dejar el fútbol galo en el lugar que le corresponde.

Tras las marchas importantes de jugadores básicos en la campaña pasada como Adil Rami, Gervinho Kouassi o Yohan Cabaye... El equipo de García se ha reforzado muy bien, rellenando esos huecos con experiencia y hambre, jugadores con nivel pero faltos de un reconocimiento nacional e internacional en sus carreras... Benoît Pedretti, Dimitri Payet, Joe Cole... Entre otros, elevan el nivel del equipo y le permiten soñar con repetir éxitos o al menos con luchar, cara a cara, de tú a tú, con los mejores equipos del país y porque no, del continente.

Soñar es gratis y con esfuerzo se pueden alcanzar metas inalcanzables, como fue el doblete de la temporada pasada. Todavía se recuerda como se le venció al United el año del debut en Champions... Se puede soñar. Hoy vuelve la Champions, hoy vuelven los mastines, hoy volvemos en París.

En Hazard we trust.

Jesús Verdugo.
@_Gambeta     Twitter.com