11 de enero de 2012

CR7 y su kryptonita.

Estoy de vuelta y con nueva ganas... Tenía ganas de volver a escribir, porque esto, al no ser una obligación, se mueve por las ganas. Siempre que un hobby se convierte en obligación pierde ese enganche de lo prohibido, de lo que necesitamos, del impulso a... Por eso dejé de hacerlo hasta nueva fecha y esa nueva fecha ha llegado. Así seguiré volviendo cuando apetezca, pero sin que tenga que pasar un mes de silencio.

Y tenía ganas de volver a escribir porque mi necesidad de escribir, mi hobby de contar como veo yo el fútbol, no el deporte, sino lo que me transmite el deporte y genera en mi, ha sentido que debo compartir lo que para mi debe ser un jugador de club.

Buenos jugadores hay muchos, estrellas hay menos, cracks muy pocos y Cristiano Ronaldo es solo uno.

Nadie puede negar que el jugador de Madeira tiene instalado en sus costillas a modo de chip un programa de fútbol moderno, de potencia, velocidad, fuerza y precisión muy lejos del que el resto de los mortales podamos alcanzar jamás. Su hambre de gol insaciable es adictiva para cualquier seguidor de su equipo y su necesidad de premio es una motivación para aquellos jugadores más mortales que duermen con poco.



Pero todo superhéroe tiene su kryptonita y la de CR7 es argentina y se llama Lionel Messi.

Da igual la cifra estratosférica de goles que meta, las portadas que llena con sus goles o el reconocimiento que la afición le brinda... Él no es el mejor y eso, duele, mejor dicho, eso mata... Mata al superhéroe.

Leo Messi es para sus compañeros el punto y aparte. Todo lo que se genera en el FC Barcelona nace con el sabor de Leo, para su disfrute, para que el petiso argentino puede coger la producción de los de atrás y hacer lo que mejor saber, la gambeta y el gol. Cada elaboración blaugrana tiene como objetivo premiar la generosidad de Leo hecha furia ante la meta rival... Y Cristiano quiere lo mismo, pero eso no puede ser.

No puede ser porque el juego blanco es otro. El frenetismo con el cual se desenvuelve el equipo blanco no permite elaboraciones minuciosas para que el portugués juegue a sus anchas, permitiéndole no presionar y descansar, no puede esperar balones de ningún Hernández ni Iniesta, debe ser uno más, de un equipo que juega a otra cosa. Ese juegue le favorece a sus cualidades, pero no le concede más que a ningún otro jugador y menos en el Estadio Santiago Bernabéu. Allí el toque aburre, pero más aburre el egoísmo y de esto Cristiano hizo cátedra.

Sus cualidades le permiten llegar al gol de formas más diversas que al rosarino, pero no sabe verlo. Su obsesión por la pegada destructora ha hecho invisible ante su fútbol el golpeo colocado. No hablar ya de combinar... Combina poco, bien pero poco y en la mayoría de esas situaciones siempre aparece Karim Benzema, que parece mantener vivo, el solito, ese Cristiano de club que jugada de rojo en Inglaterra. 

La afición se desespera de verlo protestar a sus compañeros, al colegiado, al balón, al césped y a todo lo que se le pone por delante cuando por desgracia, se alinean todos los astros del cielo y una de las 38 tardes de una liga no hace gol... Su hambre es buena para el equipo, pero mala para él.

Reconocer errores es crecer, pero veo a Cristiano lejos de poder hacerlo. Tiene además un entrenador que ha conseguido sacar de sus jugadores siempre el 100%. Es cierto que es honesto, todos sabemos como es el 7 portugués, pero conformarse con eso no basta, hay que pulir esos detalles para que podamos ver todo lo que puede dar, que es mucho más de lo que vemos.

Cristiano Ronaldo tiene físicamente cualidades para ser mejor que Lionel Messi, pero no sabe verlo, sin embargo, la cualidad del argentino es conseguir ser mejor que Cristiano Ronaldo con menos cualidades físicas, pero aprovechando sus puntos fuertes y con muchas ganas de ser mejor, tanto fuera como dentro.

Por eso, para mi el Balón de Oro debería haber sido para Xavi Hérnandez... Supera a los dos anteriores y si sus cualidades.


Jesús Verdugo
@_Gambeta