5 de mayo de 2011

Respeto, por favor.

Ahora que todo ha pasado, ahora que se han acabado la guerra de los mundos, las batallas tanto dentro como fuera del campo, ahora que a nadie importa las ruedas de prensa de Mourinho, ni las celebraciones extravagantes del Barcelona... Ahora. Vuelve la Liga.

De aquí al mes que viene, todo quedará resuelto. Los equipos que hayan hecho toda la tarea obtendran buenas notas, mientras que los más indolentes, pasarán al menos, un año en el purgatorio de la Segunda.

Es mucho lo que está en juego. El honor de unos hombres y mujeres, el amor a unos colores, muchos puestos de trabajo, fuertes inversiones económicas, alegrías y penas... Todo en torno al ascenso y descenso de un club, parece raro y hasta excesivo, pero es la pura verdad.

Todo aficionado que sea de un club humilde, ha pasado horas como un alquimista, haciendo cuentas sobre los puntos que se podrían perder y ganar hasta final de campaña, con el fin y objetivo, de averiguar los puntos que necesita su equipo para salir de la quema... Cuando haces las cuentas, siempre miras con el prisma negativo y añades un par de puntos, para luego, darlo todo en un apoyo incondicional que dura hasta el primer gol rival y que vuelve a aparecer en torno a 5 o 6 minutos después de este.

Fútbol, amor, ilusión, sufrimiento... Es una locura, pero me encantan los finales de Liga. Muchas veces nos toca perder y otra nos toca ganar... Aunque a veces le toca perder al rival, causa de mayor celebración que la propia victoria. Picaresca... Me gusta.



Todos los partidos a la misma hora, el sol pegando, el recuerdo de las tardes de Tenerife, ese color de final de temporada que invade el televisor, el fuerte olor a césped en los estadios, las caras pintadas, gente que no suele ir a los estadios, que se concentra para apoyar a su equipo, ahora que de verdad lo necesita y hace un gasto por ellos, que durante el año no puede permitirse... Todo esto está llegando.

Es una fiesta, que debe quedar limpia, para que su pureza sea mágica y con la que podamos soñar otro año, para vivir las tardes de transistores.

Para jugar como Levante y Sporting el otro día... Sanción ejemplar y tres puntos menos a cada uno.

Menuda Vergüenza.

Respeto, por favor.

                                                                                                          Jesús Verdugo
                                                                                                     Twitter.com     @Verdu8

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