16 de mayo de 2011

Puede ser una solución.

Se va acabando el año futbolístico y es hora de hacer balance. Algunos tienen cosas que celebrar y otros mucho que mejorar. Los equipos exprimen en estos últimos días ideas para la próxima campaña. Pero no solo deben hacerlo los clubes, ya que en España, tenemos mucho más trabajo.

Hay un modelo de desarrollo muy importante, en el cual ya he hecho incapié otras veces. Una magnífica fórmula para mejorar no solo la economía, sino también la calidad y rendimiento de los propios clubes.

La Liga de Reservas.

En las mejores ligas (Premier, Calcio) es una realidad con unos frutos asombrosos. Los clubes tienen una fuente inagotable de fútbol en las inferiores, como Argentina, donde siempre se codean los jóvenes con los chicos de su edad y contra los mejores de su país, favoreciendo la calidad de lo que sube a los primeros equipos y no solo eso, la calidad e integración de las inferiores de la selección.


La difusión en los medios en estas ligas es total, un partido es cada semana retransmitido por TV y los clubes le dan a los partidos de los reservas la importancia que merecen, dando sus informaciones en tiempo real. Los partidos de estos equipos se juegan en los campos del primer equipo, en días donde no hay fútbol absoluto y con colegiados de primer nivel.

Muchos clubes o su mayoría, se nutren única y exclusivamente con chicos de la zona, lo que fomenta el amor y la entrega por una historia, unos colores y una manera de jugar, que van heredando hasta que llegan a la primera plantilla. La cantera en España, en la actualidad, salvo excepciones, como el Espanyol o Barcelona, deja mucho que desear.

Normalmente, estas liga se dividen en Norte y Sur, lo que genera muchas variantes y amplía el número de candidatos, ya que la competencia aumenta y el nivel de los equipos se equipara. Dos grupos de 15 equipos, con las 30 mejores canteras y unos playoff definitivos, por un campeón nacional, me parece que es una competición lo suficientemente bonita, para evitar, mediante repercusión informativa y académica, la fuga de estrellas que se ceba con nuestro fútbol hacia academias inglesas.

Las academias van de la mano de estas Ligas de Reservas. Los jugadores tienen la obligación de salir personas además de jugadores, los ejemplos como Fàbregas o Piqué, son la mejor prueba para saber, que el trabajo invertido reporta un beneficio económico y humano fuera del alcance de inversiones económicas en figuras. Lo que cuesta fichar a una gran figura no es comparable con lo que puede costar formar a 11 chicos con muchas condiciones para convertirse en jugadores top.

El ahorro en fichajes extravagantes ha convertido a clubes como Arsenal o Tottenham, en nuevos ricos, consiguiendo que sus canteras, sean el mayor capital, posibilitando con el paso de los años, que esas inversiones altas en fichajes sean posibles, siempre con economía creada desde la misma casa.

Esta liga es para jugadores que están a pocos pasos de convertirse en profesionales, es una prueba de fuego para ellos, una manera de que clubes pueben a sus futuras figuras, en tiempo real y partidos de verdad. Título por delante, los jugadores lesionados o fuera de forma, pueden tener minutos en estos partidos que serán arbitrados por los colegiados de Primera que están de descanso y televisado por la televisión pública.

Creo que es una perfecta solución para evitar que se vayan fuera, para ahorrar en los tiempos en los estamos en fichajes innecesarios, para fomentar la labor social en las comunidades, para crear aficiones y sobre todo para conseguir del fútbol nacional una nueva fuente de jóvenes valores, capaces y formados.

Si con todo esto no merece para alguien la pena, premiemos a las mejores canteras, con rondas de Copa del Rey para sus primeros equipos.

Puede ser una solución.

                                                                                                          Jesús Verdugo
                                                                                                  Twitter.com   @Verdu8

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