El croata llega a un centro del campo donde ya están Kroos, Modrić, Casemiro, Illarramendi y Lucas Silva, por ese orden. Serían 6 jugadores de una plantilla de 25 para los dos puestos de creadores que tiene Benítez en su sistema.
Pero nada más lejos de la realidad, Mateo llega para evitar que una baja prolongada de Modrić como la del año pasado tenga las consecuencias que tuvo. Luka es un pilar clave para este Madrid y Mateo está sobradamente capacitado no solo para suplirlo cuando no esté el 14, sino para que cuando descanse no lo note el equipo.
A todo esto hay que sumar las más que seguras salidas del vasco y de Silva, el primero vendido y el segundo cedido.
Illarra no ha llegado a dar lo esperado y el brasileño fue una apuesta de urgencia y con futuro que en caso de no cuajar, el club puediese amortizar la operación con futuros movimientos.
Con esta llegada el equipo y el banquillo es más competitivo. Y ese fue el principal problema de la temporada pasada.
Claro está que debe buscarse algo similar para la zona de ataque.
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