14 de septiembre de 2011

La vuelta del mastín.

Ayer volvió la mejor competición de clubes del Mundo, la UEFA Champions League. Siempre nos reserva algo, está claro, ayer nos brindó un Barcelona - Milan, con goles maravillosos como el de David Villa o el de Alexandre Pato... Y es que la Champions no deja nada a la vulgaridad.

Los clubes más humildes como el BATE o el modesto equipo checo Plzen, escenifican sus papeles en un escenario reservado para los más galardonados actores, como Madrid, United o Bayern, entre otros, pero siempre, muy de vez en cuando, se cuela algún humilde con ganas de enamorar a los aficionados vacíos de club.

Este año ese papel, cuatro años más tarde, puede recaer en los mastines del norte de Francia.

El Lille vuelve a la máxima competición de clubes en Europa por la puerta grande. Tras el doblete (Ligue 1 y Coupe de France) conseguidos el curso pasado, los de Rudi García tienen ante si la nueva posibilidad de mostrar el fútbol que se practica más allá de París y por el cual se desviven muchos aficionados de Marsella o Burdeos.


Y es que el técnico de origen español, concretamente en Las Alpujarras almerienses, ha conseguido devolver al equipo de la metrópolis el fútbol y la garra que lo hicieron brillar años atrás de la mano de Claude Puel, consiguiendo aquel subcampeonato francés, con su correspondiente debut en Champions, aquel año fue maravilloso. Pero esta vez, será distinto ya que "les dogues" tienen una plantilla más amplia y con el empaque que da saber ganar títulos.

El objetivo, en el grupo de la muerte, es pasar a Octavos de Final, como en el año del debut y es que a pesar de ser una difícil empresa por el nivel de sus rivales, no debemos olvidarnos que hablamos del Campeón de Francia y que dicho título debe servir de orgullo pero también de responsabilidad, para con todo el honor dejar el fútbol galo en el lugar que le corresponde.

Tras las marchas importantes de jugadores básicos en la campaña pasada como Adil Rami, Gervinho Kouassi o Yohan Cabaye... El equipo de García se ha reforzado muy bien, rellenando esos huecos con experiencia y hambre, jugadores con nivel pero faltos de un reconocimiento nacional e internacional en sus carreras... Benoît Pedretti, Dimitri Payet, Joe Cole... Entre otros, elevan el nivel del equipo y le permiten soñar con repetir éxitos o al menos con luchar, cara a cara, de tú a tú, con los mejores equipos del país y porque no, del continente.

Soñar es gratis y con esfuerzo se pueden alcanzar metas inalcanzables, como fue el doblete de la temporada pasada. Todavía se recuerda como se le venció al United el año del debut en Champions... Se puede soñar. Hoy vuelve la Champions, hoy vuelven los mastines, hoy volvemos en París.

En Hazard we trust.

Jesús Verdugo.
@_Gambeta     Twitter.com

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