19 de septiembre de 2011

Adiós Michael.

Hoy se ha confirmado la destitución del técnico del Hamburger, Michael Oenning. El ex entrenador del Nuremberg, de escasa experiencia como técnico cogió las riendas del equipo a falta de seis jornadas para acabar la temporada pasada, cuando el equipo por entonces dirigido por Armin Veh, vagaba por los campos de la Bundesliga con el único objetivo de que acabase el campeonato.


El objetivo de volver a Europa se esfumó otro año más y el club había tomado la decisión de cambiar el manager, para así, crear desde muy pronto un nuevo proyecto, que le permitiese probar nuevo jugadores antes de que acabase el curso anterior y tener todo el verano por delante para darle forma, pero nada más lejos de la realidad.

Mano a mano, tanto Michael Oenning como Frank Arnesen, haciendo las veces de Director Deportivo, como entenderíamos aquí, fueron creando un equipo en el cual no han invertido el capital necesario, simple y llanamente eso.

No jugar Europa es un problema para un grande como el Hamburger, más aún a la hora de traer jugadores nuevos, que no encuentran ese aliciente europeo que atrae de la misma manera que una ficha. A eso hay que sumarle las bajas sufridas y da el resultado que vemos. El club colista, sin entrenador y con un vacío en el vestuario.

Las marchas de Frank Rost en portería, Guy Demel y Joris Mathijsen en defensa, Jonathan Pitroipa, Eljero Elia o  Piotr Trochowski en el medio y Ruud Van Nistelrooy o Tunay Torun en ataque... No son fácil de reemplazar.

Arnesen, que fuese jugador del Valencia, ha utilizado de la mejor manera posible sus lazos de unión con el Chelsea para traerse a un puñado de jugadores en formación, pero el error reside en recaer sobre esos jugadores el peso de la titularidad y obligación de repetir el trabajo de sus experimentados predecesores. 

Esta mezcla de jugadores estancados, acomodados y jóvenes en una nueva liga y con nuevas responsabilidades es una apuesta muy, pero que muy arriesgada, tanto que ha terminado por explotar.

El mercado de invierno se debe invertir en reconstruir un equipo a medio hacer, que económicamente no anda nada mal, ya que con los ingresos recibidos se puede reforzar con garantías las posiciones más débiles. La cantera está demostrando su valía, pero su introducción en el primer equipo debe ser a cuenta gotas y más en estas situaciones.

Se vienen tiempos difíciles para el único club de la Bundesliga que no ha bajado de categoría.

Ahora mismo todo recae en las manos del argentino Rodolfo Cardoso. El gran medio, ex jugador del equipo, formaba parte del staff técnico y toma las riendas a la espera de la llegada de un técnico con la experiencia necesaria para llevar al Hamburger, al menos, a la salvación este año.

Difícil empresa, pero no imposible.

Perder dos semifinales de Europa League y 11 entrenadores en 10 años se traducen en... Peligro de derrumbe. 

Vamos rothosen! Juntos podemos!


Jesús Verdugo
@_Gambeta     Twitter.com

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